Una persona puede ser obesa y al mismo tiempo estar metabólicamente  sana y en forma y puede tener el mismo riesgo de mortalidad por causa  cardiovascular o cáncer que personas con normopeso, según los resultados  de un estudio publicado esta semana en la revista European Heart Journal.    "Se sabe que la obesidad está ligada a numerosas enfermedades crónicas,  tales como problemas de tipo cardiovascular o cáncer. Sin embargo,  parece haber un sub-grupo entre las personas obesas que no padece las  complicaciones metabólicas características de la obesidad", explica el  primer autor de este estudio, Francisco B. Ortega (PhD).    El doctor Ortega trabaja actualmente como investigador y docente en el  Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de  Granada (UGR), así como en el Departamento de Biociencias y Nutrición  del Instituto Karolinska de Suecia.    Este trabajo se realizó durante una de las estancias que el investigador  Francisco Ortega ha desarrollado en la Universidad de Carolina del Sur  (USA) con el profesor Steven N. Blair, uno de los investigadores de  mayor prestigio del mundo en temas de ejercicio físico, condición física  y salud. Blair es el investigador responsable del 'Aerobics Center  Longitudinal Study' (ACLS), estudio del que se deriva la investigación,  que incluye a más de 43.000 personas, seguidas durante un promedio de 15  años o hasta que murieron, informa la UGR en una nota.    Ortega y sus colegas observaron que entre un 30-40 por ciento de los  participantes obesos eran metabólicamente sanos. "Dos hallazgos  principales se desprenden de nuestro estudio. Primero, el tener una  mejor forma física, concretamente una mejor capacidad cardiorespiratoria  (o aeróbica), debe considerarse de ahora en adelante como una  característica de este sub-grupo conocido como metabólicamente sano pero  obeso. En segundo lugar, nuestro estudio sugiere que una vez que la  capacidad cardiorrespiratoria es debidamente tenida en cuenta, las  personas metabólicamente sanas pero obesas tienen un menor riesgo de  mortalidad por causa cardiovascular o cáncer que el resto de personas  obesas y además, muestran un riesgo similar a las personas con  normopeso".    "El mensaje para la población general que se deriva de este estudio,  junto con estudios previos, es que independientemente del estado de peso  corporal y grasa, aquellas personas con una mejor capacidad  cardiorrespiratoria, tienen un menor riesgo de enfermedad y mortalidad",  afirma Ortega.    "Las implicaciones clínicas para el personal sanitario es que si se  realiza una valoración del perfil lipídico, porcentaje graso y forma  física, se puede hacer un pronóstico más preciso del riesgo  cardiovascular y de cáncer de personas obesas", dijeron los autores del  trabajo.  
  European Heart Journal (2012); doi: 10.1093/eurheartj/ehs237 |