Estimado Director:

Se considera interesante y pertinente la investigación titulada: El desafío de la prevención y el control de las enfermedades no trasmisibles, del autor Ordúñez García P¹ en la revista Finlay. Dicho autor destaca que la atención primaria de salud promueve acciones locales apropiadas a través de toda la gama de determinantes sociales, la prevención y promoción de la salud, así como las intervenciones dirigidas a dichas enfermedades.

Las enfermedades no transmisibles (ENT) representan uno de los retos más importantes que sostienen los sistemas sanitarios, particularmente en el nivel primario de atención. Ellas han posibilitado un incremento en la incidencia de pacientes, gradual ascenso de la mortalidad asociada, importante causa de discapacidad y morbilidad, así como condicionante de costos económicos, hospitalización y tratamiento médico.² Cabe destacar entonces la necesidad de emprender acciones en el mejoramiento del estado de salud de los pacientes y el ahorro de los recursos destinados para ese fin por medio de la superación y especialización profesional.

En la atención primaria de salud (APS) se realizan importantes actividades para el control de las ENT, basadas fundamentalmente en acciones de promoción sanitaria, prevención de riesgos, atención integral, así como rehabilitación de las secuelas asociadas. Ello ha posibilitado alcanzar un acercamiento más objetivo de su comportamiento clínico-epidemiológico, un trabajo asistencial con mayor calidad, además de un quehacer investigativo que asciende de manera vertiginosa. La revista cienfueguera Finlay ha contribuido de manera significativa a la visualización de los resultados científicos, con la publicación de comunicaciones, editoriales e intervenciones sobre dicho programa de salud.

Los elevados índices de morbimortalidad de las ENT en los últimos años continúan siendo una situación sanitaria de interés, donde las instituciones del nivel primario de atención no están exentas de este flagelo. Ello ha quedado demostrado por los indicadores estadísticos del Policlínico Universitario Pedro Borrás Astorga de Pinar del Río. Dicha institución cuenta con un universo de atención de 32244 habitantes, de ellos 15255 pacientes padecen de alguna ENT (47,3%), 7789 son féminas y 7960 poseen 60 y más años de edad (24,7%). Sus treinta consultorios médicos concentrados en dos grupos básicos de trabajo garantizan de manera permanente tareas asistenciales, preventivas y educativas ante los impactos nocivos que ocasionan las ENT a la salud humana.

El notable y creciente interés de los profesionales del nivel primario de atención hacia la investigación científica de las ENT es necesario para su adecuado manejo y control, así como los propósitos concretos de mejorar la calidad de vida de dichos pacientes. Durante el último quinquenio (2012-2017) la institución desarrolló 4 proyectos de investigación, 28 trabajos de terminación de especialidad y 7 publicaciones científicas relacionadas con estas temáticas. Las estadísticas resultan insuficientes si se tiene en cuenta el potencial humano con que cuenta el área de salud, la elevada repercusión socio-sanitaria de las ENT, además de constituir primeras causas de muerte y discapacidad.

La investigación aplicada a la solución de estos problemas de salud constituye un potente instrumento para el logro de la misión encomendada a los profesionales del nivel primario de atención. Sin embargo, investigaciones realizadas han evidenciado que la función de investigación no satisface las exigencias sociales de la contemporaneidad,^3,4 sobre todo en lo relacionado al comportamiento de las ENT.

Profundizar y actualizar los conocimientos acerca de sus características clínico-epidemiológicas, diseñar y aplicar acciones de impacto sanitario en las comunidades, desarrollar intervenciones educativas que posibiliten transformar conocimientos y enseñanzas, emplear técnicas demostrativas que posibiliten adoptar estilos de vida saludables, así como posibilitar el trabajo interdisciplinario, comunitario e intersectorial en la identificación y solución a los principales factores de riesgo asociados, representan tareas que deben sistematizarse en todos los escenarios del nivel primario de atención, particularmente en el Policlínico Universitario Pedro Borrás Astorga.

Otros elementos importantes a destacar son: el trabajo responsable y preventivo de los estudiantes, la formación de brigadistas comunitarios para la salud capaces de promover actividades educativas y preventivas sobre riesgos de ENT, elevar la calidad y representación de las investigaciones, el desarrollo de una jornada científica vinculada a la temática, proyectos sociales, cátedras institucionales, cursos de superación profesional, así como otras tareas que puedan garantizar el adecuado control de las ENT.

La investigación científica desde el nivel primario de atención constituye un pilar fundamental en el accionar educativo, preventivo y actualizador de las ENT. El número de investigaciones y la necesidad de los investigadores de  mostrar sus resultados científicos, requieren diversificarse para constituir fuentes imprescindibles del conocimiento que armonicen siglos de arte en la medicina como ciencia.⁵ Es por ello que las unidades de la APS se destacan como centros donde, además de formar profesionales de elevada calidad científica, se realiza la atención integral a pacientes con ENT, se lleva a cabo una permanente labor investigativa encaminada a generar conocimientos, protocolos y políticas de atención sobre dicha temática.

Los procesos investigativos que desarrollan las áreas de salud, permiten garantizar calidad de vida, satisfacción de los servicios sanitarios ofrecidos, así como adecuado manejo y atención de las ENT. Paralelamente a ello se fortalecen las funciones docentes, asistenciales, y gerenciales, que posibilitan la valoración y el seguimiento a pacientes que padecen dichas enfermedades.⁶ El trabajo participativo y colaborativo de los sectores socio-comunitarios, además de los recursos humanos existentes, garantizan una asistencia sanitaria integral.

Estimado editor, no cabe duda, que la participación investigativa desde dichas instituciones representa un proceso contextualizado que no puede verse de manera aislada, sino insertada en problemáticas sanitarias de las comunidades y la sociedad. Se investiga para transformar la realidad y con ello contribuir al desarrollo humano, por lo que ella constituye un medio valioso para lograr cambios positivos ante la elevada incidencia y prevalencia de las ENT.⁷ La cientificidad en salud posibilita intercambio de experiencias, renovación de conocimientos, así como implementación de acciones sanitarias.

A los profesionales de la salud, nos reconforta la existencia de la revista Finlay como plataforma que socializa el quehacer investigativo sobre las ENT, espacio este que debe ser más aprovechado por la comunidad científica del nivel primario de atención, para poder realizar un abordaje integral de dicha problemática mundial, así como un espacio idóneo para el intercambio de experiencias científicas en torno a la calidad de vida de los  pacientes, además de un gestor preventivo de los riesgos y complicaciones asociadas.