Las enfermedades crónicas son aquellas que persisten por largos períodos, afectan de una forma u otra la vida normal de las personas y, generalmente, se pueden solo controlar, no curar, con las intervenciones médicas actualmente disponibles,¹ por lo que es comprensible que el cumplimiento adecuado de las indicaciones terapéuticas constituya un eslabón clave para la obtención de buenos resultados a largo plazo en el tratamiento de estos padecimientos.

De aquí que, por una parte, la no aplicación consciente, explícita y juiciosa de las mejores evidencias favorables para tomar decisiones clínicas en un momento determinado –esencia de la medicina basada en evidencias y sus frutos, como las guías de práctica clínica y los protocolos, aunque no única fuente de referencia- y/o las bajas tasas de adherencia en el tiempo por parte de los pacientes, incrementan la carga de morbilidad y mortalidad que ocasionan las enfermedades crónicas en las poblaciones.^2,3 Así, se ha calculado que la adherencia global a los tratamientos a largo plazo es solo de un 50 % en los países desarrollados y alrededor de un 20 % en los subdesarrollados.⁴

En nuestro Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima se han desarrollado, desde hace algunos años, diversos procedimientos originales para evaluar la adherencia terapéutica a guías de práctica clínica, elaboradas en los diferentes servicios, dirigidas a los problemas de salud más frecuentes que requieren atención hospitalaria, aunque en su mayoría se han referido a los pacientes con condiciones agudas hasta su egreso, dadas las características del centro. En varios casos se ha comprobado un mejor resultado cuando se ha cumplido con la aplicación adecuada de las guías elaboradas.^5,6 Estos y otros trabajos se enfocaron a valorar la adherencia terapéutica de médicos, enfermeras y, en general, los servicios donde eran asistidos los enfermos, en la búsqueda de brechas para mejorar la calidad de la atención recibida por aproximaciones sucesivas.

Sin embargo, en el caso de las enfermedades crónicas, los pacientes ingresan –y reingresan- en los hospitales en la mayoría de los casos, debido a complicaciones agudas de sus condiciones o a fallos en el tratamiento ambulatorio,⁷ dos situaciones muy vinculadas a la adherencia terapéutica. Mientras los enfermos están fuera de los hospitales y dependan de los tratamientos indicados en la Atención Primaria, de la continuidad de dicha atención en el tiempo y de la educación y del autocuidado de los propios pacientes y sus familiares.^8,9

Recientemente se ha publicado un interesante trabajo que explora un aspecto muy aludido pero poco investigado: la intervención activa de médicos, enfermeros y farmacéuticos en la educación de los pacientes sobre la necesidad de mantener una adherencia terapéutica correcta. Se trata de un estudio multinacional (Austria, Bélgica, Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Holanda, Polonia, Portugal y Suiza) donde se encuestaron “en línea” 3196 profesionales de la salud (855 médicos, 1047 enfermeros y 1294 farmacéuticos) que laboran directamente en la Atención Primaria. Sus principales resultados muestran que solo aproximadamente la mitad de estos profesionales le preguntan a sus pacientes con padecimientos crónicos si ellos olvidan o pierden dosis de los medicamentos básicos indicados para sus enfermedades. Los farmacéuticos aún lo hacen menos. No se encontraron diferencias entre países. Los autores concluyen que, al menos en Europa, los profesionales de la salud tienen una influencia limitada para mejorar la adherencia terapéutica en estos enfermos, lo que representa la pérdida de una buena oportunidad para apoyar a los pacientes en el cumplimiento de la prescripción indicada. Este es el mayor estudio realizado en Europa con estos fines hasta el presente. De aquí que, aunque se le reconocen algunas limitaciones, como los posibles sesgos derivados de la selección de los encuestados (de 4947 respondieron 3196, para un 64,3 %) y del autoreporte, los autores enfatizan en la necesidad de insistir en la educación y el entrenamiento adecuado de los profesionales dedicados a la Atención Primaria de salud en estos aspectos, para lograr mejores resultados en la adherencia terapéutica en los enfermos crónicos.¹⁰

Otros factores, socioeconómicos, o relacionados con el tipo de enfermedad, o con las características del tratamiento indicado –sobre todo el costo de los medicamentos-, pueden influir también en la adherencia terapéutica de estos enfermos, pues este es un proceso multidimensional, ^8,11,12 pero no hay dudas que se ha prestado menos cuidado a los aspectos relacionados con el papel educativo y controlador de los profesionales de la salud. Es por ello que, si se enseñaran, transmitieran y supervisaran las bases de la atención y el control de las enfermedades crónicas con los elementos más actuales disponibles –y que incluyen la adecuada adherencia terapéutica-, seguramente los resultados favorables en los pacientes se apreciarían a no muy largo plazo.¹ Debemos tomar conciencia al respecto, y actuar en consecuencia.