Las conclusiones de este estudio aparecen en Journal of the American College of Cardiology, Diabetes Care y Journal of American Society of Nefrology, tres revistas científicas muy influyentes. Todas han dedicado editoriales a los resultados con una línea argumental similar: resaltan la oportunidad de un nuevo planteamiento para el manejo de la hipertensión arterial y apuestan por convertir la presión nocturna en una diana terapéutica validada contra esta dolencia. Los últimos resultados sobre enfermos renales se han publicado en diciembre en Journal of American Society of Nefrology, y ratifican en estos pacientes una reducción de los eventos vasculares con el tratamiento de la hipertensión arterial por la noche. "Se corrobora que la presión nocturna es el mejor indicador de riesgo cardiovascular y cerebrovascular y que reducirla aumenta la supervivencia", comenta Ramón Hermida. Antes, la Sociedad Americana de Nefrología emitió un comunicado donde declaraba que el control de la presión nocturna es clave para disminuir la mortalidad en estos enfermos. El estudio refrenda la MAPA como mejor herramienta para predecir el riesgo de infarto e ictus y justifica su utilización rutinaria en la clínica La metodología de la investigación se basa en la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA). "Otros trabajos lo han hecho, pero la nuestra es más amplia porque incluye todos los factores de riesgo y todas las entidades cardiovasculares", explica Hermida. La novedad es que su equipo realiza MAPA periódicamente, cada año y cada tres meses, si se modifica el tratamiento, "lo que nos ha permitido observar si el riesgo cardiovascular se modifica, cambiando los parámetros de la presión ambulatoria". Otro aspecto novedoso es que se ha analizado la influencia de la hora de administración de los fármacos antihipertensivos sobre el riesgo de sufrir un evento cardio y cerebrovascular, revelándose como un factor esencial en la evolución de los pacientes. Los resultados son concluyentes: el peligro disminuye entre un 50 y un 60% -dos tercios en los pacientes que presentan diabetes mellitus-, cuando la medicación se administra por la noche. Del análisis de los datos se infiere que el riesgo es bajo si la presión nocturna es baja, aunque por el día sea alta y que, por el contrario, si es elevada por la noche, el peligro aumenta aunque sea baja por el día. Objetivo validado A su juicio, los primeros subsidiarios tendrían que ser los pacientes con diabetes, las personas con hipertensión resistente y aquéllas que sufren enfermedad renal crónica. Recordó además en un trabajo anterior que apuntaba que el 40% de los españoles padecen hipertensión arterial y que, de ellos, dos tercios no tienen la presión arterial bien controlada. Ha significado que la MAPA permite detectar a las personas con hipertensión enmascarados y que es una prueba barata, 80 céntimos de euro sin contar el personal necesario para realizarla: "Cuesta menos que una prueba de hemoglobina glucosilada, que se hace rutinariamente a los pacientes con diabetes sin que nadie se plantee no realizarla". El equipo de la Universidad de Vigo continúa con su investigación en casi 40 centros de primaria de Galicia. Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo del artículo a través de Hinari. Ramón C. Hermida, Diana E. Ayala, Artemio Mojón, and José R. Fernández |
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