La pérdida de peso reduce la presión arterial en personas obesas, al tiempo que también aporta "efectos beneficiosos" en pacientes pluripatológicos con diabetes o hiperlipemia, según revela el estudio 'Beneficios de la pérdida de peso en personas con pluripatología', realizado por especialistas Hospital Comarcal de Ronda (Málaga) y presentado recientemente en Sevilla, en el marco del 36 Congreso de la Sociedad Andaluza de Endocrinología y Nutrición (SAEN). Este trabajo parte de la premisa de que existen "evidencias suficientes" que "documentan y avalan" la relación entre el aumento de la presión arterial, la hipertensión arterial y el exceso de grasa corporal. Igualmente, los autores de este trabajo sostienen en la introducción del mismo que también existe "evidencia concluyente" de que la disminución de peso reduce no sólo la presión arterial en individuos obesos, "sino que, además, tiene efectos beneficiosos en la resistencia a la insulina, la diabetes, la hiperlipemia ventricular izquierda y la apnea obstructiva". Asimismo, sugieren que muchos de los factores que influyen en dichas patologías son "modificables", tanto los que tienen que ver con la conducta, "como el régimen alimentario, la inactividad física y el consumo de tabaco y alcohol"; como los de tipo biológico, como las dislipemias, la hipertensión arterial, el sobrepeso o la hiperinsulemia. "Es aquí, en la capacidad de modificar dichos factores, donde podemos y debemos actuar", subrayan los investigadores, quienes asimismo apuntan a la reducción de peso a largo plazo "como una parte importante de la atención a las personas obesas con diabetes". Mujer, 50 años, casada, sin hijos, obesa y sedentaria Por ello, se marcaron como objetivo valorar, en un caso clínico concreto, cuáles son los factores que propician la adhesión de las indicaciones sanitarias con respecto a la pérdida de peso, tanto en lo que concierne a la diabetes, como a la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos. Con esa premisa, realizaron el seguimiento y evolución durante 18 meses en la consulta de enfermería de una mujer de 50 años, de origen anglosajón, residente en la Costa del Sol desde hace 25 años, casada, sin hijos, fumadora de 15 cigarrillos al día, obesa y sedentaria. Dicha paciente padecía, además, hiperglucemia sugerente de diabetes e hipertensión arterial y dislipemia mixta y se trataba farmacológicamente dichas patologías. Los autores del trabajo concluyeron que la disminución de peso en individuos obesos reduce no sólo la presión arterial, sino que además tiene efectos beneficiosos en la diabetes y la hiperlipemia. |
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