En el humo del tabaco se han hallado más de 4000 sustancias químicas diferentes, con capacidad tóxica y con capacidad de producir cáncer, siendo las más importantes el monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, amoniaco, cianuro de hidrógeno y las acroleínas.

En la combustión del tabaco se produce un aerosol con microgotas de 0,45 de diámetro con nicotina, alquitrán oxidante y otras sustancias. El tamaño de estas partículas permite que se depositen tanto en la vía aérea central como en la periférica originando las alteraciones.

Al quemar el cigarrillo se producen 2 tipos de corrientes: la principal y la lateral. La corriente principal (45%) es la que inhala el fumador. Se produce desde el cono incandescente y los puntos calientes que se forman a lo largo del cigarrillo hasta el filtro. La corriente lateral (55%) se produce de la combustión lenta del cigarrillo y se mezcla con el aire ambiente. En los diferentes estudios se ha observado que esta corriente lateral tiene más monóxido de carbono y componentes con capacidad cancerígena, que la corriente principal.

Actualmente no existe duda alguna de que el tabaquismo causa daños en la salud de los fumadores activos. Sin embargo, en los últimos años el tabaquismo también se ha asociado en los fumadores pasivos como un factor de riesgo de enfermedades relacionadas con su consumo. Un fumador pasivo es aquel no fumador (ex fumador o nunca fumador) que se expone involuntariamente al humo del tabaco, especialmente en un ambiente cerrado.

Por lo tanto, se ha observado que el humo del tabaco incrementa el riesgo de daños a la salud del fumador involuntario, por ejemplo cáncer pulmonar e infarto agudo del miocardio, infecciones respiratorias y asma, éstas, especialmente en los niños de padres fumadores. Estudios han demostrado tanto en mujeres de fumadores como en profesiones con ambientes de alto contenido en humo de tabaco, que tienen un mayor riesgo de padecer las enfermedades antes mencionadas.

Cuba en encuesta realizada en el año 2006 tenía una prevalencia de fumadores pasivos del 56.4% de la población. Cienfuegos con una prevalencia de fumadores activos de 25.6% debe tener un 43.2% (172,800 habitantes) de la población expuesta habitualmente al humo del tabaco.

El principal lugar de exposición al humo del tabaco sigue siendo la casa, lo que conlleva la necesidad urgente de fomentar la educación en la familia para reducir el número de fumadores que exponen a sus miembros a este agente nocivo.

Esta batalla no es contra los fumadores, sino contra el humo que ellos producen. Nuestro único objetivo: la salud del pueblo. Recuerden que lo mejor es no comenzar.